No estoy de acuerdo con cómo ocurren
las cosas en mi país: cómo el primo,
la amiga querida, el joven de al lado,
el niño que distraído seguía una abeja
no regresan nunca más a su casa
cuando los esperan para la cena,
el Xbox, el juego de mesa, la serie.
No estoy de acuerdo con pagar
hasta por el sol que respiramos.
No estoy de acuerdo con esta época
ni sus fronteras, ni su presbicia.
(Los vecinos algo perdieron, algo están
por perder, algo presienten...)
No estoy de acuerdo con la palabrería
ni con esta soledad salvaje, de pez Beta
en su habitación líquida, no, no estoy
de acuerdo con estar aquí, en la azotea,
de pie frente a tanto silencio disimulado.