domingo, septiembre 2

Realidad alterna

No puedes tomar en serio a un hombre
que escucha un zumbido todo el tiempo.
Quienes padecen tinnitus han sido acusados
de asesinar al médico que les da la noticia:
no hay quién pueda curarlos.
Nadie está a salvo de su insidia, ni siquiera
ellos mismos: una plaga serrucha sus neuronas.
Es como si tuvieran un corto circuito ad infinitum
o experimentaran un bucle de tiempo
en que explotara su cabeza sin salida.
Torpes, se tambalean en esta realidad que no puede
entrar de golpe en sus oídos.

No me invitaron a la Gran Fiesta de los Poetas

Siendo sincero, apenas soy un minúsculo poeta,
no tengo un estilo que me diferencie de la mayoría,
mis técnicas son pobres y pasadas de moda.
No incluyo efectos tecnológicos y además
suelo hablar de mí mismo, con lo que
me acusan de poeta de la experiencia, del silencio
—aunque ya no sepa qué es el silencio.
Soy un imitador de anécdotas, un usurpador
de esas pequeñas realidades que dejaría de lado
si no las describiera. No me invitaron a la fiesta,
y tienen razón: quién soy yo para aparecer
en los periódicos, si no he ganado un premio
y ni siquiera una beca. No soy de la élite
que invitan a las grandes lecturas de poesía
donde presentan a las personalidades locales
en medio de aplausos y luces y gritos de admiración.
No estoy invitado a la fiesta, así que me quedaré
a escribir poemas.