sábado, junio 10

Algo oprime

No atino a saber qué arteria, qué arguye mi sangre O negativo fuera de sus veleidades, edades, verdades a medias. Hay algo que va de lado a lado en mi cerebro haciendo de las suyas, nubla mi vista con una neblina amarilla, tensa mis articulaciones, permanece inerte y activo a un tiempo, achica mi respiración, me hace volver los pasos con el ceño fruncido, contamina mis palabras de grumos y agranda mi lengua dentro de mi boca hasta que ya no cabe. Este algo me provoca calambres en las pantorrillas, me devuelve a días eclécticos llenos de alturas y bajezas.

M 10 06 17

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domingo, junio 4

Bar Patán


Un remolino de voltios está a punto de reventar mis globos oculares. Me hablan de la literatura del riesgo, de la experimentación. Y yo solo experimento esta acechanza del aire sin movimiento, este zumbido de avión que surca los pensamientos como nubes lentas que cambian a cada parpadeo. Es plomo el que engatusa mi memoria y me traslada a un escenario donde me derrito como gelatina al sol. Me pregunto a qué horas aparecen los cuervos. Una gacela de buenos modales y mejor bibliografía se introduce en la conversación y me pregunta qué he leído. No termina de hacerlo cuando enumera uno a uno los volúmenes que debí haber conocido antes de que me los echara en cara. La plática continúa con cerveza barata en mano: Victoria, Corona, Pacífico. Ya se ve que estamos en un duelo, saludando a los espectadores desde la tribuna.