domingo, mayo 21

Mango

Había guardado ese mango que alguien comió a medias:
trozó dos rodajas y dejó el resto sobre el pretil.
Esperé tres días para comerlo, jugoso,
lo cargué en la mochila durante una hora en autobús,
entre la aglomeración del tráfico.
Ahora, sin su color encendido,
recibe a las moscas.


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