Etrusco,
deja de contar las piedras que fueron
parte
de tu casa: un vendaval de políticos
pasó
por aquí para dar lugar a una autopista,
sin
dejar pistas. Ahora hay más cielo,
puedes
sustituir lo perdido por ese reflejo oscuro
de
una parte de ti, piensa que podrás arrojar cuanto objeto
esté
dispuesto a ser algo más de lo que ha sido
al
resignificarse contra el parabrisas sorprendido de los autos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario