martes, junio 30

A Vitrubio lo muelen a golpes y le roban dos extraterrestres

Con ligas tirando de los hombros en eso que llaman tensión

(la calle está tensa, tensadas las ventanas y la lengua),

molido a golpes, a Vitrubio le parece curioso cómo caen sobre el horizonte

los cables de luz, que bien saben guardarla adentro, bajo el hule

mientras él respira oscuridad: no hay quien pague los platos rotos

y las miradas en las casas vecinas se encienden con el movimiento,

lentes brillantes como la luna, pero no hay sino un sol enfriado,

los bolsillos auscultados y un par de figuras de plomo que huyen

en un ruidoso ovni hacia el oriente,

dejando atrás autos con los párpados cerrados.