Estás camuflado con las cenizas, los ojos
hinchados como globos aerostáticos,
la gangrena ha desaparecido
porque los órganos podridos sucumbieron
y de todas maneras tu corazón es un tren
descarrilado, el ansia te perturba pero más los indicios
de memoria en el cuerpo, aquello que permanecerá
y será olvidado como células muertas que caen
para alimentar a las bacterias.