No es cosa
de hombros
ni de bíceps
El peso del
mundo
suele recaer
en los más frágiles
Así son ellos
blanco del miedo
la duda
la desesperanza
y en
ocasiones llegan a maldecir
la Idea o
el Sueño Maravilloso
que los
expuso
a las
llamas del infierno
Pero ellos se
resignan
no se quiebran
y cuando
por una desgracia recurrente
se les
corta y mutila
estas cañas
humanas
saben que
sus cuerpos mechados
por la
traición
devendrán al
fin multitud de flautas
que los
pastores llevarán a sus bocas
para captar
y transmitir
hasta las estrellas
la sinfonía
de la resistencia
Abdellatif
Laâbi
(versión
mía)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario