domingo, julio 14

La vida



La vida
Me basta con haber despertado
el sol en mi derecha
la luna en mi izquierda
y haber andado
desde el vientre de mi madre
hasta el atardecer de este siglo
La vida
Me basta con haber saboreado esta fruta
Presencié lo que dije
nada callé sobre el horror
hice lo que pude
tomé todo y di amor
La vida
Ni más ni menos que este milagro
sin testigos
Ah cuerpo magullado
alma magullada
Reconozcan un poco de felicidad
Reconózcanla
sólo aquí entre nosotros


Abdellatif Laâbi
(versión mía)

No basta una sola mano para escribir


No basta una sola mano para escribir
En los tiempos actuales
se necesitarían dos
y que la segunda comprendiera sin demora
los oficios de lo inefable:
bordar el nombre de la estrella
que ascenderá luego del próximo apocalipsis
reconocer de entre mil el hilo que no rompa
coser en la tela de las pasiones
pañales, capas y mortajas
esculpir el amanecer en una pila de inmundicia
No bastan dos manos para escribir
En los tiempos actuales
en que las miserias gruñen
harían falta tres o cuatro
para que la vida se digne visitar
este terrible desierto blanco


Abdellatif Laâbi
(versión mía)

Soy el hijo del siglo



Soy el hijo de este siglo lastimoso
el niño que creció
Las preguntas que me incendiaban la lengua
quemaron mis alas
Aprendí a caminar
luego desaprendí
Me fastidiaron los oasis
y los camellos ávidos de ruinas
Situado en el medio del camino
la cabeza vuelta hacia el oriente
espero la caravana de los locos



Abdellatif Laâbi
(versión mía)

El país se aleja ahora



El país se aleja ahora
con sus gaviotas huérfanas
y su puerta pesada
Hay
a manera de alba
una sombra y su sarcasmo
El hombre sin cabeza
corre por el laberinto
con lo que le sobrevive de corazón
En su mano
sostiene una inútil
llave manchada
por la guerra y sus falsedades
El ojo
exiliado de su luz
se derrama sobre la arena





Abdellatif Laâbi
(versión mía)