jueves, junio 7

Stamitz


Cauteloso como un contrato, desciende la cama de espigas, anídate en las sombras de una melodía láctea, asómate a la ventana del cuarto piso, franquea constelaciones en un papel sin camino a casa: échate a la alberca del aire, haz un viaje sin paracaídas convulsionado, luce en la molicie de tus huesos una plancha de concreto gris como si fuera tu traje de diario, el ultraje contra el que agitas los dientes elusivos.

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