jueves, noviembre 30

Mañanas gélidas

Estas mañanas gélidas te transportan automáticamente al Oxxo más cercano en busca del olor a café, sobre todo si vagas por aquello de las 6 am por las calles todavía oscuras de la ciudad. Pero no tomo café y lo digo con amargura. Padecer de los nervios no trae consigo sino decepciones. Me conformo con un leve té de manzanilla o limón solventado en el expendio del Proulex. El día empieza a saber a esas hierbas que, en realidad, no me desagradan. El aroma del café en una taza vecina a veces basta para amortiguar los círculos infernales a los que el día se complace en bajar. Nada mal.

N 30 11 06

*

miércoles, noviembre 29

Magrelli

Acabo de leer algunos poemas de Valerio Magrelli, los pocos que incluía la edición del Tucán de Virginia, merced a uno de esos encuentros imposibles sin la audacia y curiosidad de Guillermo Fernández. Aquí recuerdo el encontronazo con las Guaridas profundas de Cattafi. Tradición y modernidad son el signo vital de dos autores capaces de mover fibras íntimas. El precio, la verdad, a estas alturas, aunque haya dolido, es lo de menos.

N 29 11 06

*

Herman Mussert

Aunque cerraras los ojos en Ámsterdam
y los abrieras ajeno en una habitación vecina
de esta ciudad que te piensa mientras la observas,
 
lo que importa es dónde estás, no lo que has abandonado.
Enciende
la televisión —aunque no la haya—
conspira en este cuarto austero de hotel, piérdete 
entre los caseríos ruinosos de Lisboa.

miércoles, noviembre 15

Show



Excelente negocio es mi madre /
los edificios, aquí, son estupendos.

Pero debajo del manto yo soy quien mato
–desleído tras una máscara de hielo seco.
La mentira: ¿otra verdad? El fuego, el excremento,
cada diatriba escupida a la luna.

Gran sistema se inventaron.
Aunque con algo de polilla,
nada mejor que el mundo.

miércoles, noviembre 1

Versión de un encapuchado en Salem


Picas y verdugos
esclarecen
paladares

de brujas.


Una palabra
callaron.



Acaso, despellejó sus labios:
con eso basta.